Para asegurarte óptimos resultados coloca tus esquejes en un lugar adecuado, tipo invernadero, y mantenlo cerrado un par de días, preferiblemente a 99% de humedad y 22ºC. Transcurrido este tiempo abriremos unas pequeñas rendijas para dejar pasar ligeramente el aire y disminuir la humedad al 70%, manteniendo una temperatura primaveral constante; muchos modelos de mini-invernaderos llevan de serie estas rendijas con una pequeña compuerta. Y tras unos 3 días empezaremos a notar el crecimiento vegetativo, momento perfecto para trasplantarlos a recipientes más grandes. Si no estás seguro de detectar el crecimiento vegetativo, puedes esperar hasta observar las raíces salir del sustrato.
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